
(...) Después te doy las gracias y tú me dices:
- Ahora tienes que apagar las velas, pero antes de apagar cada una de ellas debes decir mi nombre.
Y así lo hice, apagué las velas diciendo tu nombre en cada una de ellas. Cuando terminé, intrigada por saber qué significaba aquello que acababa de hacer, me dijiste:
- Cada una de las velas que has apagado equivale a 5 años juntos. Vamos a seguir unidos 80 años.
¿Que la magia no existe? Imposible. Tú eres la magia en persona.
¡Te quiero muchísimo mi amor!